Me dijo un reciente amigo y compañero que si los hombres no tuviésemos una mujer al mando de nuestras decisiones más mundanas, estaríamos destinados a vagar por las cunetas en busca de nuestro manjar más apetecido y deseado: la necesidad de satisfacer nuestro ego y nuestro exharcerbado deseo de sexo y así probar el apetitoso bocado femenino, ese que todos tenemos guardado e interiorizado en nuestro subconsciente (El que no conozca a S.Freud que lo vaya estudiando).
Creo que se aproxima bastante a la interiorización que tenemos todos los hombres del deseo sexual.
¿Porqué hablar públicamente en este blog de esto? Cuando me propuse trasladar a un blog mis ideas me dije: " Es posible trasladar a la red todo lo que piensas, ¡hazlo!", -si pero con un filtro- , no pretendo herir subsceptibilidades, ni tampoco trasladar un grado de conocimiento que no me permita obtener una mínima ventaja competitiva a medio plazo, de lo demás puedo hablar abiertamente.
Dicho esto, en el duodeno de cada uno estará la clave para admitir cuales son sus sentimientos más obscenos, más lascivos, menos políticamente correctos y aquellos que si lo son, pero que no nos permiten abrir algunas de las puertas que como "animales" hubiesemos querido traspasar.
Permitanme recordar a toda la audiencia, que en estos días escasea el raciocinio de lo que supone traspasar la barrera del pensamiento, y llevar a tu vida aquello que realmente te haría sentir como el verdadero rey de la selva, aquellos que prueban adentrarse en la jungla y prueban el delicioso manjar y están dispuestos a pagar por ello.
Lo único que sucede es que aparte de la hombría, de tu capacidad de macho para la conquista y las ayudas de la prensa para catapultarte, la vida te devuelve a tu más ferviente realidad multiplicado por cinco, todas aquellas cagadas y perversidades que has ido cometiendo. ¡Que os lo expliquen Tiger Woods o John Terry, que vergüenza la de ambos!
Mi consejo es sencillo, elige tu vida y se consecuente con ella, si has elegido a tu pareja y a tu familia, disfruta de la misma hasta satisfacer todos aquellos deseos, llegará un momento en que tocarás hueso y ahí para, resuelve y decide una acción: Vuelveté loco o cuerdo y date de frente con la realidad: ¡has agotado los límites establecidos bajo el actual paradigma! , reinventaté y provoca a tu pareja, decide, actúa y cambia su forma de pensar (si puedes), dejaras de parecerte al puñetero León de Tasmania, con el diente afilado y levantando las bragas virtualmente a alguna moza, o coqueteando en tus más obscenos sueños con la actriz más erotica del momento.
No obstante y aunque lo logres, siempre estará el diablillo en tu oreja diciéndote: ¡ A quién le hacemos el homenaje hoy! - No sigo porque estoy trasvasando el límite.
¡buen finde!
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