lunes, 1 de julio de 2013

Industrias y valores


Hace un tiempo que vengo preguntándome porque ciertas evoluciones tecnológicas o biológicas no tienen su paralelismo en el ámbito farmacéutico mas concretamente en la cura de enfermedades que nos acompañan desde hace años.

Vaya por delante la presunción de inocencia de todos aquellos que se encuentran hoy en día o estuvieron en el pasado luchando contra los orígenes causantes de una enfermedad o estudiando como hacer frente a la misma para erradicarla.

Pero comencemos por las preguntas incomodas:

- ¿En que se basa el negocio de cualquier industria? 

A esa primera pregunta seria contradictorio contestar de forma altruista, teniendo en cuenta el marco fundamental de falta de principios y valores de los que tienen en sus manos el poder de las principales compañías de ese sector.

Por lo tanto la respuesta mas convincente y menos agresiva seria la de ganar dinero ahora y en el futuro, como cualquier otro tipo de empresa.

- ¿Que origen común o patrón de creación tiene la empresa farmacéutica?

La existencia de una enfermedad que afecta a un volumen determinado de población que supere el porcentaje mínimo por el que los accionistas de la empresa estén dispuestos a invertir. Olvídense que nadie sufrague gastos en investigar enfermedades poco comunes, hecho comúnmente denunciado por familiares o por quienes la padecen.

Por desgracia no existen ya laboratorios públicos donde se investigue con recursos económicos públicos como combatir una enfermedad hasta llegar a su curación y esto es motivado simplemente porque el éxito de tal proyecto no seria rentable económicamente.

¿Es el dinero el vinculo que no permite la evolución de la industria farmacéutica eficaz?
Yo diria que si pero para llegar a esta conclusión permitamonos algunas afirmaciones:

- Existen algunos capitales inmensos que crean fundaciones a nivel mundial con objetivos humanitarios cuyos creadores opositan para hacer ’creer al mundo' que su obra es de carácter divino y que un día podrán decir a la humanidad que encontraron el antídoto de una u otra enfermedad. Por el contrario podríamos igualmente afirmar que lo hacen de modo altruista y sin el deseo de tirar su dinero por el hipotético bien de los demás, pero a pesar de todo fracasan.

Muchas de ellas son reclamos publicitarios, que alimentan y permiten que personas con alma y desinteresadamente donen su dinero con el objetivo principal de ayudar a que se logre el fin. Ademas estas fundaciones permiten que se disfrace el interés principal de sus fundadores: Desgravar grandes cantidades económicas al Erario Publico así como servir de tapadera para otros estudios biológicos diferentes.

- Nadie cuya obsesión ultima es el negocio invierte en solucionar el problema que permite acabar con sus propios clientes. Y créanme que por desgracia hay muchas personas así.

- El descubrimiento o avance de las investigaciones y los ensayos permite poner en el mercado las medicinas que dejan a la enfermedad inerte durante un tiempo o condicionan una mejora de patologías de dolor, necrosis de tejidos...

De nuevo: ¿Quien con los valores intrínsecos del Business mataría a la gallina de los huevos de oro y/o permitiría que otros luchen para que eso ocurra?

Es evidente que alguien podría contestar entonces, ¿ Como se logra evitar que alguien con buen corazón y con categoría profesional adecuada pueda salirse del guión y no publicar su trabajo?

Esta es la parte mas sutil de la creación de los equipos de trabajo: Primero se intenta que los equipos estén desfragmentados en tanto cada componente se especializa en una parte de la investigación y se le dirige la misma, siendo particularmente complicado que se disponga  por parte de un componente de dicho equipo de toda la información trascendente. Por otra parte los accionistas se aseguran de que quien dirige el proyecto tenga los mismos intereses económicos que los propios socios y que sea presa de las mismas inquietudes y principios, por encima de la solución brillante de sanar por completo a las personas o seres que tuvieran al alcance el supuesto antídoto descubierto. Todos sabemos que una ínfima diferencia porcentual de un mineral o elemento de una formula puede provocar o dejar de provocar: ruptura del equilibrio y creación de un efecto secundario.

Así pues un descubrimiento lleva colateralmente a la creación de nuevas enfermedades o de síntomas que se pueden o pudieran tratarse con medicamentos de la misma compañía y esto cree el actual circulo vicioso en el uso de medicamentos: el interés creciente de ganar dinero exponencialmente por parte de los accionistas.

¿Soy duro o simplemente estoy atando cabos? 

Como dije al principio todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero lo que me dice no solo mi intuición sino mi razonamiento es que esta practica es demasiado habitual si analizo los datos y las estadísticas o si valoro como ha derivado la inversión publica hacia la privada y cual han sido las devastadoras consecuencias:

Antes una o dos personas con imaginación, creatividad, alma e interés de ayudar lograba con recursos limitados grandes resultados y éxitos asombrosos en la medicina, mientras que hoy en día equipos increíbles con grandes sumas de dinero a sus espaldas y los mejores medios en instrumentación, equipos, bases de datos y procesadores  no solo no logran avanzar sino que cuando están cerca su logro o se publican resultados que alientan la esperanza se paran o desvían en su logro por el interés contraproducente que crean frente al negocio.

Ante tal situación la mejor alternativa es de momento no enfermarse y buscar el equilibrio. De esto trataremos mas adelante.




 


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