miércoles, 20 de marzo de 2013

Cambiando el mundo


El mundo ha seguido cambiando, se ha ido alterando como siempre lo ha hecho, mas las sociedades permanecieron impasibles y no supieron adaptarse a los cambios. Y esto no pudo lograrse pues los hombres individuales condicionaron su transformación a lo externo, esperando cada uno que las circunstancias les hiciesen cambiar.
 
En vez de mirar hacia dentro y gobernar su propia vida, el hombre se dejo llevar y dio el timón de su vida a los poderosos, a los insaciables, a los que hacen que la dinámica bascule en función de variables desaconsejables, haciendonos a todos los demas participes a adoptar principios y patrones de conducta ligados a unos valores difíciles de aceptar por aquellos pocos que conservaron sus almas sanas y siguieron siendo íntegros, dignos, honestos y no las violentaron en demasía a pesar del nefasto proceder de estos insaciables tiburones de poder.

Sus triunfos están basados en el engaño y la prestidigitación, en la puesta en circulación del dinero como vinculo para dominar el mundo y sin darnos cuenta convertirlo en nuestro Dios implacable y a nosotros en sus temerosos esclavos. 

La partida esta perdida hace tiempo, ya que las cartas están marcadas. Es como si el jugador provisto ahora del 80% de las fichas quisiera echar de la partida al resto, pero sin embargo quisiese a su vez que la misma continuase hasta la eternidad y que nunca comenzase otra pues se siente ganador y no contento con ello le atrae el disfrute de ese triunfo basado en ir acumulando mas y mas fichas solo por el hecho de quitárselas a los mas debiles, a regodearse de ello ante sus homónimos poderosos y al unisono gozar de los privilegios para variar las reglas de juego y que nadie le pueda sacar de la partida; de su partida.

Pero ¿quien dice que debamos de jugar una partida amañada? ¿quien nos obliga a permanecer en la mesa?, ¿quien decide conformarse con las fichas cuando la verdadera razón de nuestras vidas es la propia partida y estamos capacitados a sentarnos en cualquier otra mesa...de ese mismo salón? Y sobre todo ¿Es esa la partida que deseamos jugar? ¿Es ese el juego en el debamos participar? 

Me van a permitir que les diga lo que pienso: 

En este mundo siempre existió la dualidad y el equilibrio de eso no hay duda, para que haya ganadores debe de haber perdedores o simplemente segundones, para que se pueda observar el bien es necesario el mal o al menos su representación en determinadas acciones que generan consecuencias en el tiempo y que perturban la armonía de un paraíso, y eso lo acepto como normal. 

La tierra es sin duda un paraíso que con el paso del tiempo hemos ido convirtiendo con nuestras negligencias y con nuestras acciones en un mundo complejo, ya no tanto por las leyes naturales que lo legislan, sino por la intervención del hombre que manipula todo con la ayuda de la tecnología, con su lenguaje, con sus emociones y actos y deriva con ello consecuencias unas mas cercanas que otras en el tiempo.

Creo que la dinámica de la vida de la mayor parte de las personas esta condicionada por el dinero, todos sufrimos por su carencia y por su abundancia aunque esto no lo reconozcan aquellos que gozan "del privilegio" de controlarlo, administrarlo o gestionarlo.

El dinero se ha convertido en el motor mas importante de la acción humana y ello me entristece y me apena. Con anterioridad señalaba con una metáfora que habíamos perdido la partida, y yo me refería a la humanidad por completo, no solo a aquellos que piensan como yo.

La situación es la siguiente:

- El simple hecho de crear dinero de la nada y que permitamos dejárselo hacer a unos pocos convierte la competencia por el dinero en algo absurdo, pues la partida se juega en unas condiciones desfavorables para un porcentaje elevado de la población mundial. Eso conlleva a que desgraciadamente los codiciosos actuen como actuan y los desamparados y desalmados de aquellas otras maneras poco dignas.

- El hecho de que paguemos impuestos por aquellos bienes por los que ya pagamos en su día demuestra que nunca serán nuestros del todo, ni tampoco de nuestros herederos, ya que se ha vuelto a demostrar que los gobiernos pueden cambiar las leyes a su antojo a este respecto y lo que hoy es negro mañana pudiera ser considero blanco y viceversa.

- El hecho de que cuando yo deposite dinero no tenga la misma recompensa que cuando yo decida que me presten dinero, condiciona el beneficio cuantioso de unos pocos por el simple hecho de ser mi interlocutor. Si ademas por el hecho de gestionar el capital, la moneda, el parne o la pasta se atribuyen alta responsabilidad y por ello reciben honorarios o indemnizaciones escalofriantes y ajenos a lo normal ¡Apaga y vamonos! 

- El hecho de que una empresa hoy tenga un valor X y mañana valga una décima parte no depende de su propio valor sino de un castillo de naipes creado para simular que dicha empresa vale o no vale, lo que se denomina especulación, así pues hay quien vende humo y otros que lo compran para su desgracia. Para ello unos y otros se apoyan en el celuloide, en la prensa, en las radios y en el primer instrumento de propaganda llamado TV, medios que pertenecen como no a las corporaciones afines o a la competencia.

- Hoy ni cuando depositas tu dinero estas seguro de que los buitres acechen tus cuentas con una intervención bancaria.

- Si tengo una brillante idea y genero con ella un negocio, debo de cuidar de seguir el mismo juego ruin de los poderosos ya que de otra manera saldré lastimado en mi intento. Otra de las posibilidades más pausibles es que si mi idea o negocio es vista por la competencia como una problema para el futuro a corto, medio o largo plano se dirijan a mi para decirme sutilmente que me compran una u otra cosa. Si no vendo, me haran competencia desleal bajando los precios durante el tiempo necesario para que no pueda sobrevivir. ¿De que vale entonces emprender? ¿Quien protege a estos emprendedores?

Si hay algo por lo que luchar, no es tanto por el futuro económico familiar y por dar "la seguridad" a nuestros hijos, sino por la libertad de elegir si el dinero es el leitmotiv o no de nuestras vidas.

¿De que disfruto realmente cuando soy esclavo del parné? ¿Que sucesivos sufrimientos me acompañaran en mi vida por conseguirlo a toda costa para sobrevivir? ¿Seré mas feliz con X o con 20X, o quizás me arruine la vida ocupándome y preocupándome de mantenerlo en el banco?

Si bien creo necesario que exista un modelo de intercambio por el que se ajusten las transacciones de valor, creo que debería ser literalmente opuesto al modelo actual.Algunas acciones a llevar a cabo:

- Fomentaría un mercado local donde la propia comunidad vecinal focalizase el precio de todo en función de una serie de distinciones básicas.

- Fomentaría la complementariedad de los trabajos de la comunidad para hacerla lo mas autónoma posible y evitar en medida posible las transacciones, condicionando todo al equilibrio del esfuerzo y el disfrute del tiempo entre todos los que pertenecen a la misma.

- Evitaria los derroches de recursos innecesarios y fomentaría la polivalencia de trabajos entre los vecinos de las comunidades a fin de que ellos enriqueciesen sus vidas y aprendiesen que colaborar y sustentarse mutuamente es mucho mas enriquecedor que depender de los mercados.

- Establecería un limite de apropiación por ciudadano o de limite tasacional de bienes a partir del cual se obligaría al mismo a renunciar a sus bienes por un bien común o de reserva. Eso conllevaria a que aquellos que generan más de lo que son capaces de consumir contribuirian al fondo monetario destinado a proyectos de educacion, sanidad, ciencia... 

- Propondría que la evaluación de competencias y los servicios a la comunidad fuesen realizados por aquellos a los que previamente hayan dado muestras de sabiduría por sus pensamientos, planteamientos y actos sucesivos y no por aquellos que disponen de un titulo, el cual a veces no es mas que un papel mojado y de dudosa reputación, ya que la vida me ha demostrado que superar examenenes no garantiza la competencia en una mision, en una tarea o trabajo.

- Consolidaría el poder en asambleas locales con un representante que acudiese a otras regionales una vez al mes a lo sumo para establecer planes coordinados con otros municipios o ciudades. Desde esa visión mas federalista se propondrian las lineas maestras de actuación en base a los ejes estrategicos para una región o incluive un pais.

- Fomentaría el amor entre las familias, entre los clanes, entre las asociaciones de vecinos basado en la cooperación, en la reunión participativa de consulta y exposición de problemas, sin incluir aspectos emocionales y que tendría como modelo el trabajo con Coach que tendrian como función estimular el crecimiento personal y espiritual de los jovenes y adultos.

-Estimularía un plan de desarrollo tecnológico basado en el aprovechamiento total de los recursos naturales a nivel energético, asi como potenciaria el desarrollo de tecnologia en el ambito de la comunicación entre las civilizaciones: Desarrollo de la tecnologia electromagnetica.

- Fomentaría la creación de un lenguaje universal que fuese asimilado primero y luego enseñado a todos los niños del mundo, eliminando todas las barreras actuales de comunicación.

- Destruiría de modo coordinado, de igual a igual las armas de guerra de este mundo y sus fabricas.

- Impondría severos castigos y trabajos forzosos aquellos que no respetasen las reglas de armonia y amor entre las personas, acercándoles igualmente las herramientas necesarias para su educación y su comportamiento futuro.

Todo tendría un mayor sentido ya que a pesar de que ciertos privilegios actuales de una minoría desapareciesen, indudablemente dispondríamos del doble de tiempo libre y la riqueza se distribuiría no por la posición social de la persona sino simplemente por la evidencia de su contribución en su día a día.   

Ese es mi deseo y ese seria el camino para la búsqueda de la simplicidad. Ya hemos desordenado demasiado al mundo y ha llegado el momento que de forma natural se vuelva a armonizar y centremos todos nuestros esfuerzos en disfrutar de nuestras vidas sin terror, miedo y esclavitud del capital.

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