Desde hace un tiempo estoy dedicando 2h de mi tiempo libre diario a traducir un ensayo del periodista DP Barnard "El crimen más grande" y que trata de como las élites nos están jodiendo con un plan estructurado y criminal.
En este texto amplio (Parte del ensayo que entregare traducido al castellano al autor) y después de meses de no entender muchas cosas de las que están aconteciendo, os quiero facilitar acceso a información que considero esencial para que luego decidáis que hacer en el corto, medio o largo plazo. Yo ya he elegido mi camino: Luchar y resistir.
Los virus mortales hacen solo una cosa: devorar lo que encuentran hasta
matar al organismo huésped. No es
en absoluto una estrategia inteligente, porque incluso con el anfitrión se muere
el propio virus. Las grandes elites
industriales y financieras parecen comportarse de la misma manera. Para ellos
el concepto de evaluación de riesgo sistémico - es decir, prestar atención a
largo plazo a las consecuencias de sus apuestas en las empresas que habitan- es
desconocido. Como se mencionó
anteriormente, y metafóricamente hablando,
se las arreglaron para seleccionar a la vaca más apetitosa , pero la están
ordeñando hasta la muerte.
Esto es crucial en el contexto de este ensayo, ya que una de las preguntas más frecuentes que se
presenta al público realmente después de
saber lo que nos han hemos hecho es:
"¿Pero para que sirve controlar la riqueza del mundo si nos hacen a todos más pobres y destruyen nuestras economías? ". La respuesta es importante, y por desgracia petrificante. Formará parte del final de este escrito,
pero te puedo decir que en cada caso lo anterior sigue siendo cierto: no se plantean
el problema del mañana, de los nuevos pobres, las economías en colapso. Su horizonte es el día a día, el cierre de la bolsa de esta tarde, el
cobro de la deuda de mañana en la apuesta griega. Pero mira quién recoge, y cómo.
El punto de inflexión en el tercer milenio fue el momento en el que los
frutos de 75 años de planificación Neo-mercantil neoclásica y neoliberal se
presentaron a los pies de la élite. Los dos eventos más importantes de la
época, la crisis financiera del 2007 a hoy y la implosión en curso de la
Eurozona, le han regalado fortunas inimaginables. Se divide en cinco capítulos.
1) Las burbuja hipertrófica y una masa de estúpidos que se deja manejar.
Volvemos a la pregunta anterior: "¿Pero para que sirve controlar la riqueza del mundo si nos hacen a
todos más pobres y destruyen las economías?
Dos respuestas. La primera parte
desde el dogma económico de la elite, según el cual el Estado virtuoso gasta como
las sabias familias, es decir gana más de lo que gasta. En otras palabras, equilibrar los
presupuestos del Estado, y esto se ha convertido en una religión mundial. Pero
como se mencionó anteriormente, en el momento en el que el déficit de moneda soberana se reduce, de inmediato la
sociedad y los ciudadanos que viven en ella se convierten en más pobres. ¿Y qué puede hacer la gente si sus
ingresos bajan? O resignarse a
una vida más pobre, o generar deudas. Entended
que para muchos esto no es seguir disfrutando del aperitivo en la costa o poder
comprar el Ipad3, sólo significa sobrevivir con alquiler, comprar comida ,escolarizar,
pagar los libros de texto, o dedicar dinero a la salud.
Durante los años 90, el presidente de EE.UU. Bill Clinton hizo todo lo
posible para equilibrar el presupuesto de los EE.UU.. De esta manera, los americanos
(excepto los muy ricos) y las empresas pequeñas y medianas se vieron obligados
a asumir deudas para no hundirse. Pero
millones de personas y empresas que crean deuda significa que en otro lado se
crea una cantidad equivalente de riqueza financiera en manos de quienes emiten
los préstamos. El sector
financiero se está expandiendo muchísimo en comparación con las cosas concretas
que se producen, y ahora tiene miles de millones de miles de millones de deuda
emitida por los ciudadanos y las empresas (como ocurrió en Francia, España,
Irlanda). La tentación por parte
de los acreedores para jugar con todo ese dinero (ficticio) es enorme. Y así lo hicieron, creando un mundo surrealista
de productos financieros que consisten en la deuda empaquetada, derivados, a
continuación, volver a re-empaquetar, dividirlo en más y más productos que se
venden por el mundo como inversiones seguras. Allí
cayeron los bancos más grandes del mundo, los estados, inversionistas, incluso
los municipios. Pero era obvio
que estas apuestas que se jugaban en función de la deuda de todo tipo de
personas harían que estallasen en un
desastre global. El economista
Randall Wray de la MMT dice: "Ellos compiten para seleccionar los
productos más arriesgados y venderlos disfrazados de inversiones seguras apostando en hipotecas de alto riesgo, donde el ganador es capaz
de adivinar si el deudor pagará o no (...) Por cada dólar en el sistema real, había 5 falsos, y una
gran cantidad de otros productos inventados en los productos derivados. (...) Pero
incluso empaquetan las deudas de las tarjetas de crédito, de los estudiantes, cualquier
cosa"(35).
Fue un arrebato de furia y de codicia que se apoderó de muchos, incluyendo
a los pequeños inversores, pero se debe saber que cuando algo, obviamente, tiene
mucho éxito en el mercado su precio se dispara, provocando el fenómeno conocido
como "inflación de activos financieros" ( 36). Y
esta inflación se convierte en un enorme globo, que luego se convirtió en una
burbuja cósmica que acabó por estallar como siempre ocurre en este tipo de burbujas nefastas. No hacía falta ser un genio para darse
cuenta de que en los juegos tan altruistas y engañosos ganaron sólo unos pocos
expertos, que seguramente son los que inventaron el juego y sus reglas, inteligentes,
y que van unidos al poder y al derecho y que son los ganadores del tsunami. Son los inversores como Goldman Sachs,
JP Morgan Chase, Morgan Stanley, Bank of America, Barclays Capital, Credit
Suisse, Deutsche Bank, UBS, HSBC, BNP Paribas, ING Groep, Banco Bilbao,
Rabobank, Banco Santander, Nomura, Wells Fargo, Societé Generale, o los
tiburones de los hedge funds como Bridgewater, John Paulson, el Fondo Soros,
Goldman Sachs Asset Management, Tricadia, Magnetar, que especulan dentro de la especulación con las apuestas altruistas
de otros. En otras palabras, aquí
está la élite que ingresa monstruosamente, los intocables, que rozan la cárcel,
pero no acaban dentro nunca. John
Paulson y su fondo de cobertura, que conspiró junto con Goldman Sachs, recibió
12 mil millones (sic) de dólares de esta crisis, que ellos han orquestado en
gran medida y que mientras tanto estaba
arruinando millones de vidas. Las
cifras recogidas por otros son de
dominio público, no voy a detenerme aquí en listarlas.
En resumen: uno de los principios básicos de las elites neo-clásicas ,
Neo mercantiles y neoliberales, que
es equilibrar el presupuesto, se utilizó para llevar a muchas empresas a dificultades
financieras. El endeudamiento de
los hogares y las empresas llegaron hasta las estrellas y luego fue utilizado
por una camarilla de especuladores para hacer miles y miles de millones. Casi todos los demás hemos perdido. Ríos de trabajadores están sufriendo
enormemente, millones de empresas alrededor del mundo no están cumpliendo, los
municipios han sido estafados y tienen enormes agujeros en rojo, los gobiernos
deben sumergirse en el gasto deficitario negativo para la salvación, también la
de los mega-bancos delincuentes, porque si no nos arrastraría hacia abajo aún
más. Ahora entendéis por qué los
llamo criminales.
2) La riqueza desinflada, súper ganancias.
Por segunda vez: "¿Pero para que sirve
controlar la riqueza del mundo si nos hacen a todos más pobres y destruyen nuestras economías?”. Para entender la segunda parte de la
respuesta, hay que entender lo que significa la espiral de la deflación económica impuesta.
Y esta, es una de las partes del plan
que es tan fascinante como diabólica por la forma en que fue concebida. Recordemos que según la teoría
económica de la Teoría Moderna del dinero y como se puede ver incluso por los
acontecimientos de hoy en día, los efectos de tres dogmas del plan neo-clásico, Neo mercantil y neoliberal (es decir, a) la prevención de la
contratación plena para evitar la inflación, b), Son necesarios salarios más
bajos para la creación de empleo, c) la moneda euro no es moneda soberana y todos
los Estados deben de pedir prestado) se unió a la histeria del déficit en la reducción
de naciones enteras en la espiral de gasto deficitario negativo y el chantaje
de los inversores internacionales . Pero, ¿cómo sucedió esto exactamente?
Imaginemos una sociedad que vive en una nación soberana (la sociedad se
define como el conjunto de todos los ciudadanos y de las actividades particulares
o privadas, excluidos las del Estado y
su sector público). Imagine esta sociedad como si fuese un recipiente. En ella habrá dinero, en cantidad X (las cuentas de dinero, bonos del estado,
cuentas bancarias, deudas, etc.). Normalmente,
cuando alguien hace dinero en una sociedad significa que alguien más lo ha gastado,
entonces el dinero solamente pasa de un
bolsillo a otro. Incluso cuando
alguien acumula una fortuna lo que ha sucedido es que un determinado flujo de
dinero se ha desplazado de muchos bolsillos para que ese hombre sea rico. Recuerde siempre que hemos excluido al
Estado de este razonamiento. Así que estamos hablando de la riqueza financiera,
que gira en torno a nosotros de aquí para allá y de allá para acá, en función
de quién paga y quién recibe. No hay dinero neto nuevo en adición al
recipiente, pero siempre hay entradas y salidas de los bolsillos de los que
mueven el dinero. Aun cuando los
bancos creen crédito, que se compensan con la deuda de aquellos que la reciben
a continuación, de nuevo, nada se añade
al recipiente. “Al neto” significa dinero que se añade sin que ningún otro haya
contraído una deuda en consecuencia. Esa
es la verdadera riqueza que beneficia a todos.
Ok, tenemos estos contenedores llamados sociedad que de por si no pueden crear nueva riqueza financiera neta. El dinero sólo puede correr en círculos. La única oportunidad de obtener la
riqueza financiera nueva es que alguien desde
el exterior inyectase dinero. Y
sólo hay dos entidades que pueden hacer esto: el Estado (siempre que tenga moneda
soberana) o naciones extranjeras. El
Estado lo hace gastando más de lo que
tasa, es decir, acredita dicho dinero de las cuentas de los que venden cosas o
servicios más que con las deudas tributarias. Las
naciones extranjeras lo hacen comprándonos productos más de lo que ellos nos venden
allí. Así que si una empresa espera crecer en la riqueza
financiera neta sólo puede basarse en el déficit del Estado o en las exportaciones. Las exportaciones, sin embargo, son
impredecibles, por lo que la fuente más confiable de la nueva riqueza neta es
el estado con moneda soberana, que puede
gastar deficitariamente sin problemas reales (como se explica en la
parte técnica de este ensayo).
¿Pero qué sucede cuando el dinero neto nuevo llega a la sociedad? Si el gobierno dirige el gasto para la
compra de cosas que nosotros ofrecemos (bienes + servicios), se aumenta la
productividad y con ella la protección de los ciudadanos (es decir, el gasto de
déficit en positivo), entonces, inevitablemente, va a enriquecer a las empresas,
a crear puestos de trabajo, aumentar
los salarios y por lo tanto el ahorro de ambos se destinará a enriquecer a
alguien nuevamente, redistribuir, generar más empleos y así sucesivamente en un
círculo vicioso. La economía se
beneficia de ella e incluso las personas. Ok,
ahora paremos todo. Y hacemos
esta ruta en sentido inverso.
Imaginemos que el gobierno deje de verter más dinero en el recipiente de lo
que tasa en impuestos, en otras palabras, detiene el gasto deficitario positivo,
porque los dogmas económicos actuales como la histeria del déficit lo requieren
(como sucede en el mundo real). En
ese momento, las compañías esperan vender cada vez menos, y entonces contrataran
menos, aumentando el desempleo y la caída de ahorro de los hogares, la gente va
a gastar menos, disminuye la demanda de productos y la economía también se
resiente. Típicamente en este
punto llegan las recetas para la recuperación económica dictadas por la propia elite neo-clásico, neo-liberal y Neo mercantil:
los salarios se recortan, el pleno
empleo se evita para mantener a raya la
inflación, o incluso privan a los gobiernos de su poder adquisitivo (como en "la zona del euro). Recetas que solo pueden empobrecer aún
más a esa sociedad. Una espiral entonces genera ingresos aún menores, menos
demanda, menos ventas en todo el mundo, las empresas terminan con aún mayores
problemas, despiden a más gente, los gobiernos deben intervenir para poner los
costosos (e innecesarios) parches para amortiguar los gastos sociales y rescatar a los bancos y entran en más
y más gastos deficitarios negativos. Pero esto no es todo. La bajada del PIB y el déficit del Estado parecerá ya
aún más hipertrófica (ya que el déficit se calcula en relación al PIB, y si este
baja, el porcentaje de déficit crece). A
continuación, los mercados y las agencias de calificación (las que dan los valores
a la calificación de las economías) inician a alarmar, y a menudo dudan sobre la solvencia
económica de los gobiernos. El
Financial Times, comentando los problemas de España, ha escrito eficazmente que
"es probable que sean víctimas de entrar en un círculo vicioso de fracasos
que lleven nervios a los mercados y que
conduzcan a otros fracasos y aumento de los
impuestos…" (37). Los
Estados sometidos a esta espiral se hunden cada vez más, y por lo general este
es el momento en el que entra en funcionamiento el Fondo Monetario
Internacional y los asesores económicos neoclásicos y neoliberales, los de la
"terapia de choque" infame, lo que sin duda requiere aún más de este
medicamento desastroso: el gobierno debería ahorrar dinero y reducir en todas
partes, especialmente en el estado de bienestar y en los salarios del servicio
civil. Los recortes convierten a
los ciudadanos en cada vez más pobres, y las empresas sufren más y más, y la
espiral maldita toma aún más ímpetu. Estamos
justamente en el centro de la Espiral de
deflación económica impuesta.
En el caso de la zona euro, de la que me ocuparé en detalle más adelante,
hay un nuevo golpe a la estabilidad económica. Es causado por la toma de conciencia por
parte de los mercados internacionales que una moneda no soberana como el euro
no es sostenible, porque todos los Estados que se adhieren deben pedirla
prestada y no la pueden emitir. Y
la Eurozona ni siquiera dispone de una autoridad de gasto central, que hace que
la cosa sea aún peor. Para los
Estados del euro el riesgo de quiebra en este momento es real, y es por eso que
están constantemente sujetos a la desconfianza de los mercados, lo que empeora
el desastre de la espiral de los conjuntos de deflación económica. Y no me acusen de sadismo si continúo:
ya que los 17 Estados de la Eurozona son todos presos de una moneda única a
pesar de tener economías muy diferentes, los más débiles no pueden ayudar con
su competitividad mediante la devaluación
voluntaria de su moneda soberana(no la tienen, la perdieron) . Ellos también están limitados por el
gasto deficitario positivo por los Tratados de la UE (Pacto de Estabilidad, por
ejemplo.), Momento en que la única alternativa que queda para ser competitivos
es devaluar ... ¿adivinen qué? Los salarios, de nuestro trabajo. Que llevará a consumir cada vez menos,
más empresas en crisis y aún más combustible en la espiral.
De este modo, naciones enteras y sus gobiernos caerán en las manos de las
"clases de depredadores" llamados inversores, especuladores y grandes
corporaciones. El economista
estadounidense Robert E. Prasch
del Middlebury College, recuerda el caso de Irlanda que después de la crisis
financiera se "ven obligados a
vivir bajo una política económica dictada por los controladores extranjeros que
no han sido elegidos extranjeros y no rinden cuentas a nadie - al igual que
sucedió en los 800 años de hegemonía
británica" (38 ).Las personas
sufrirán enormemente, pero porque se les "vendió" el mantra de los
sacrificios necesarios para salvar la economía. Es una mentira, un engaño realmente
criminal. Y ahora los tiburones
llegan a la fiesta de la catástrofe de la espiral de deflación impuesta, y aquí
está descrito cómo:
En primer lugar, las empresas Neo mercantiles ofrecen masas de desempleados
y subempleados que están en guerra por los pocos puestos de trabajo existentes y
están dispuestos a aceptar salarios escandalosos, con menos derechos y más
horas. Las empresas ven a esto
una clara ventaja de costos en los mercados internacionales y fundamentalmente
en las exportaciones internacionales, que es donde realmente les apasiona estar. En otras
palabras, " enormes bolsas de trabajo casi al precio de mano de obra
China, pero aquí en casa" (39) que se unen a la fuerza de trabajo ya localizada
en el sur del mundo para garantizar súper ganancias. El caso de Alemania es emblemático: en
los últimos 5 años las empresas alemanas han disfrutado de un aumento de la
productividad del 35% con salarios que crecen
a la mitad de la media europea (40). Y
así es como las masas de pobres que trabajan en los bolsillos del
Neomercantilistas les traen suerte y fortuna. Según
lo determinado por el economista jefe de la Teoría de la Moneda moderna,
Randall Wray, "Ellos piensan que cuando la deflación se come más económicamente a una nación, más se convierte
en un paraíso de la especulación, las exportaciones competitivas, y la
privatización salvaje" (41). Este
estado de las cosas es la predicción de lo que anteriormente el economista
francés François Perroux dijo 60 años antes. Él
dijo: "El futuro será garantizar la supremacía de la nación o naciones que
imponen la pobreza que genera súper ganancias y la acumulación de las mismas"
(42). Por otra parte, la espiral
de la deflación económica impuesta abrirá la puerta a los especuladores que hundirán
sus dientes en nosotros y nos desangrarán aún más. He aquí cómo.
3) Podemos apostar ...
Apostar dinero en negocios con la
esperanza de hacer más, no hay nada particularmente nuevo. En La Política, Aristóteles nos dice
cómo el filósofo Thales ya en el siglo sexto antes de Cristo había hecho una
apuesta ganadora en la recolección de la aceituna del próximo año, desbancando el
mercado. Sin embargo, uno de los
desarrollos más preocupantes de la modernidad fue la sofisticación de las
apuestas financieras. Hasta hace pocos años muy poca gente, incluso entre las
personas que se encuentran entre los intelectuales, nunca había oído hablar de
'derivados'. Estos son productos
financieros cuyo valor se deriva de otra cosa: puede ser un evento político o
financiero, o algo natural de peso que determina el valor final de estos productos,
o los movimientos de acciones, bonos o recursos, etc. Son operaciones de riesgo que se
pueden gestionar con éxito sólo por los inversores profesionales. Por encima de todo, son el producto de
construcciones matemáticas complicadas, inventadas por los mejores talentos
matemáticos de las universidades. Cualquier
otro encuentra muchísimas dificultades para entender nada en esos
laberintos financieros, incluso los gerentes que los comisionan. El gobernador del Banco Central
Europeo, Jean Claude Trichet, está en un expediente por decir que él no
entiende gran cosa: "Estamos tratando de entender lo que está sucediendo,
pero es un desafío loco", declaró (43). El
prestigioso Financial Times puso a trabajar juntos a un equipo de especialistas
encabezados por Gillian Tet y a este grupo le costó más de un año empezar a
entenderlos.
Sus nombres son igualmente obtusos: Credit Default Swaps, Credit Default Obligations( Obligaciones de incumplimiento crediticio), Banner Swapping (la bandera del intercambio), Over-the-counter contratcs, entre otros. Pero lo que nos interesa aquí es revelar cómo estos derivados están ayudando a las élites para extraer enormes beneficios de la destrucción de naciones enteras. Como hemos visto estos países pueden ser empujados en una espiral de problemas económicos que benefician a los Neomercantilistas. Uno de los elementos centrales de la espiral de deflación económica impuesta es el pánico del mercado de deuda pública de los Estados, que en su mayoría se desencadena cuando las agencias de calificación muestran su nerviosismo ante la posibilidad de ciertos gobiernos para cumplir con sus obligaciones. Si este nerviosismo no baja rápidamente, las deudas nacionales se clavan en la pared y el pelotón de fusilamiento de los sospechosos de siempre no tendrá misericordia. En este punto, los especuladores, individuos, fondos de cobertura o las instituciones financieras privadas- desatarán una ola de apuestas en contra nuestra de nuestra deuda con sus derivados inestables. Las apuestas, claro está, cuando todo esta amañado les traerá suerte y fortuna. Éstos son algunos de los casos simplificados para entender cómo funcionan.
Ejemplo 1. Grecia está al
borde del abismo. Su deuda
nacional está bajo el fuego enemigo, el interés que paga para convencer a los
inversores a comprar sus bonos son muy altos. Por supuesto, cuando el gobierno aumento
los impuestos, el valor de sus acciones se desplomó. Este es un buen momento
para que los especuladores hagan sus apuestas con derivados en contra de la
deuda griega. Su apuesta es que
la deuda se sitúe en un valor aún más alto. Piden
prestado una porción del valor de la deuda griega (por ejemplo) 500, de
inmediato lo venden por ese valor e ingresan en sus bolsillos los mismos 500. A continuación, esperan para ver si
sus predicciones sobre la disminución del valor de la deuda se hace realidad, y
nos imaginamos que esto suceda (por razones que explicaré en un momento),
momento en el que los especuladores compran de nuevo la misma porción de deuda
griega que ahora tiene un valor de sólo 400, y vuelven. Recogieron 100, limpios. (Por favor, recuerde que cuando hablo
de estas cifras simplificadas me refiero a millones o miles de millones de
euros)
Ejemplo 2. Estamos siempre en
Grecia. Un especulador hace un
trato con otro: a fin de mes le venderá una porción de deuda griega que
asciende a 500. El otro se
compromete a comprar la deuda de 500. El
especulador primero en realidad no tiene ninguna deuda griega, pero apuesta a
que va a disminuir de valor antes de la final de ese período. El otro apuesta en la dirección
opuesta, es decir, que el valor de la deuda aumentará. Por lo tanto, si la deuda se reduce,
el primer hombre se impone ya que al término del mes compra esa parte (por ejemplo) 400 y se la puede
vender al otro por el precio acordado de 500. Gana
100. En el caso contrario, si el
valor de la deuda aumenta, vence el
segundo que compra la parte acordada de 500, mientras que ahora vale la pena
(por ejemplo) 600.
Ejemplo 3. Necesita de una
pequeña explicación. En el mundo
de las finanzas internacionales hay pólizas de seguros que un inversor puede
comprar para protegerse contra posibles pérdidas o apuestas erróneas. Se les llama Credit Default Swaps
(CDS). Si las apuestas de los
inversores son muy arriesgadas, la aseguradora elevará el precio de los seguros
CDS. Así que en el mundo de los
mercados financieros, el aumento del precio de estos CDS indica que una
inversión es peligrosa e inestable. Los
CDS se venden para proteger a aquellos que son dueños de un pedazo de la deuda
soberana (bonos) en contra de la posibilidad de que ésta se deprecie por el
juicio negativo de las agencias de calificación. Ok,
volvamos a Grecia. Un grupo de muchos especuladores compran pólizas de
seguros CDS contra la depreciación de la deuda griega, pero su apuesta es que
la depreciación de hecho va a ocurrir. También
pueden hacer esto si no tienen adquirida ninguna deuda, diciendo que uno está
seguro de una casa que no es suya. Pero
tenga en cuenta la secuencia: la compra de muchos CDS de la deuda griega hará que aumente su
precio, y debido a que su subida de
precios indica que el objeto asegurado es peligroso e inestable, los
mercados creerán que la deuda griega está en riesgo de inestabilidad. En respuesta a estas alarma, las
agencias de calificación de la deuda declasificaran la deuda de Atenas, y el
efecto dominó del precio de los CDS de Grecia considerada muy arriesgada aumentará
de nuevo, y los especuladores, que habían comprado muchos, los pueden revender
con pingues beneficios.
Todas estas apuestas se denominan “ shorting”
(crear corto circuitos). Y las
tres están amañadas. Por ello: En
todos los ejemplos, el factor crucial para ganar la apuesta es que la deuda se
deprecie, la pérdida de valor. Sabemos
de lo escrito anteriormente que las recetas neoclásicas, políticas Neo mercantiles
y neoliberales siempre se aplican en las economías con problemas y están
diseñadas específicamente para enviarnos directamente a la espiral de deflación
económica impuesta. Cuando esto
sucede, la deuda nacional parece cada vez más inestable y, desde luego perdemos
valor con los amaños de las agencias de calificación. Así que los especuladores están
apostando a algo que es casi seguro que sucederá, mientras que sus 'amigos' como
el FMI y las agencias de calificación les allanan el camino. Es como apostar a que la ventana se va a desintegrar,
porque sé de un amigo mío hoy por la noche
tirará piedras contra ella. Pero
en el tercer ejemplo, las cosas son aún más criminales. De hecho, aunque un caso de deuda soberana no tenga prácticamente
riesgo, la compra por las masas de los especuladores de los CDS sobre la deuda
es a menudo suficiente para causar el pánico que causará la depreciación, lo
que garantiza fortuna a los especuladores que la están buscando. Esto ocurre
más fácilmente en el caso de los países con una deuda en moneda no soberana,
como es la zona del euro.
Ahora tenga cuidado: estamos hablando de apuestas que desestabilizan a naciones enteras, sus familias, trabajadores y empresas. Ya que están sufriendo la Espiral de la deflación económica impuesta,
y que estos especuladores van a empujar
más y más al borde del barranco. Ellos
cobran estas fortunas de millones de ciudadanos que van a vivir más en la incertidumbre, en la pobreza, en el desempleo, y realmente no era necesario. Estos criminales saltan de un país a
otro en sus ataques, y nadie puede detenerlos.
4) Vender los cubiertos de plata, de casa.
Y ahora vienen los inversores de élite. Se
colocan en el centro de la espiral de
deflación económica impuesta y desempeñan el papel de voluntariosos compradores de activos públicos para ayudar a los
gobiernos a reducir el déficit. Las
privatizaciones son descaradamente uno de los pilares de la "terapia de
choque" que manipulan los neoliberales y suministraran a los países
deudores. Pero aquí el engaño es total. No sólo porque el dogma económico del
inversionista de élite ha obligado a los
gobiernos en la espiral de deflación económica impuesta a la necesidad de
privatizar, sino también porque sabemos que cualquier estado con una moneda
soberana no tiene ninguna necesidad de privatizar nada en honor a su deudas. Pero seguimos, porque el fraude se
hace aún más peligroso que eso. Es
bien sabido que los países agobiados por el gasto deficitario y la histeria del
déficit negativo por lo general se
proponen privatizar todo lo posible para recaudar dinero para equilibrar el
presupuesto. Sin embargo, debido a la espiral de deflación económica en la que
fueron obligados a permanecer por los manipuladores conocidos, sus activos son
devaluados al pertenecer a economías devaluadas. A continuación, se venden a precios
bajos. De esta manera, los
inversionistas pueden obtener de la élite bienes públicos a precios de ganga
que costaron inmensos sacrificios ae generaciones de trabajadores para que se
construyesen. Los ciudadanos se
encuentran en la condición grotesca descrita con sagacidad por el primer
ministro británico, Harold Macmillan, tales como aquellos que "tienen que
vender la plata de la familia" ... ", sólo para luego tener que alquilarla
para cenar", y que agregó años más tarde otro perspicaz comentario (44). De hecho, una mirada superficial
a la historia de la privatización en Occidente como en otros países en
desarrollo, muestra la evidencia de un beneficio económico microscópico para
los estados, y por lo tanto un impacto mínimo en la reducción del déficit, en
comparación con aumentos en las facturas de servicios a pagar por los ciudadanos en todos los servicios
privatizados que en su día fueron públicos, incluyendo muchos que con anterioridad eran gratuitos (45).
Es una cuestión de simple lógica: los servicios a los ciudadanos como la
sanidad o la educación no se pueden gestionar como si fueran un negocio con
fines de lucro, sólo por el hecho de que la vejez se está expandiendo
demográficamente, debido a que aumenta el standard en las escuelas. Los avances en estas áreas de privatización
sólo significará una cosa: la exclusión de las listas de aquellos clientes que
no cuentan con medios suficientes para pagar, como ya sucede en el estado de los
sistemas privados de EE.UU. y GB.
Así los inversores de elite adquieren pedazos de bienes públicos con
descuentos, pero esta estrategia se hace aún más socialmente devastadora por al
menos otros dos fenómenos: las slimming down operations (operaciones de adelgazamiento) y
la captive demand (demanda cautiva). La primera es un truco que usan los
mercados de renta variable para exprimir el mayor valor posible de una empresa
privada, sin dedicarle dinero a su cura: la nueva dirección optará por "adelgazar la estructura" (reducir el
número de empleados) con la excusa de los recortes necesarios para que la
empresa sea rentable . El Estado lo hace a menudo como base
para ajustar gastos y remediar el déficit negativo, con el consecuente desastre
social de los trabajadores. La
compañía ahora es vista por los inversores como atractiva, ya que ha reducido
el costo de mano de obra, y ve de inmediato un aumento en el valor de sus
acciones, y cuya gestión va a derivar de por si fabulosos aguinaldos, sin
preocuparse demasiado por el destino de esa actividad. La demanda cautiva requiere de una estrategia de inversión
segura que está cada vez más de moda entre la elite: se apresuran a comprar los
servicios esenciales de los ciudadanos que los gobiernos quieren privatizar:
agua, electricidad, gas, autopistas, trenes, salud, telefonía e incluso
prisiones o cementerios - porque se trata de servicios de los que el ciudadano no puede prescindir,
y se ve obligado a solicitar, y a pagarles. Podemos
renunciar al último Ipad, decidimos que no vamos a ser clientes de los
restaurantes este año, pero no podemos dejar de beber, cocinar, calentar, ir al
trabajo o dejar de enterrar a un ser querido fallecido. De este modo, nos convertimos en clientes
prisioneros de esos servicios privados y por lo tanto contribuyentes forzados a
aportar los beneficios a los que los poseen y a cualquier precio. El economista Randall Wray nos
recuerda que "el hombre más rico del mundo es Carlos Slim, que posee las telecomunicaciones mejicanas. Los mexicanos son en su mayoría
pobres, pero no pueden dejar de usar el teléfono, tal vez comen menos, pero el recibo
del teléfono lo deben de pagar."
Añadimos una pequeña pieza a esta vergüenza: Para cada privatización
importante de bienes públicos, los grandes
bancos de inversión están obligados a prestar sus servicios, e realizan
millones de dólares en gastos que luego se agregan al costo total de la
privatización. ¿Y adivinen quién
va a pagar?
En resumen: el empobrecimiento de una economía en su conjunto permite a los
inversores de la elite adquirir bienes públicos inmensos a precios de ganga, y
sacar provecho de esto con otros bonos financieros también fabulosos y que obligan
a los ciudadanos a pagar por servicios que serán proporcionados en el futuro a
cualquier precio.
5) El gran final del AGCS ...
Y finalmente está el AGCS, el gran final que las elites están preparando
para esta parte de su plan. Como
ya se mencionó, que siempre tratarán de consolidar sus intereses en las leyes
supranacionales. AGCS significa Acuerdo
General sobre Comercio de Servicios y es uno de los capítulos más preocupantes
de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se está discutiendo ahora
entre sus 153 países miembros. Una
vez ratificado por ellos, el AGCS se convertirá en ley nacional y las naciones
que lo violen estarán sujetas a fuertes multas decididas por el tribunal de la
OMC (46). El AGCS trata propiamente
de servicios, incluyendo en primer lugar los imprescindibles. Exige a los Estados resolver dentro de una determinada fecha una
lista de los servicios públicos para ser
posteriormente privatizados, y todavía
tiene varios plazos que han caducado debido a las disputas entre los gobiernos. Dicho esto, aquí y no siendo capaz de escribir un tratado sobre este
acuerdo inmenso, es importante poner de relieve algunos puntos: AGCS alimenta
las ambiciones de la élite neoliberal ya que su objetivo general consiste en arrebatarle a los
estados, es decir privatizar, el mayor numero de servicios posibles, tales como educación, salud,
pensiones, agua, alcantarillado, bibliotecas, servicios públicos, autobuses
escolares, servicios de emergencia, etc. Simplemente
establece el régimen legal para el
futuro de la famosa "demanda cautiva" (véase más arriba) y que contiene
normas que prohíben a los gobiernos nacionales y también a las autoridades
locales / regionales hacer valer las normas
y las leyes que hoy en día son favorables a los consumidores, los trabajadores
y también a ciertas empresas. Esto es así porque el sentido de todos
los acuerdos de la OMC son supranacionales,
y por lo tanto que también tiene el AGCS, que es el de crear un principio de
"ambiente menos restrictivo posible" para el mercado libre. Se establece que si una ley nacional o
local impide el libre flujo del comercio - por razones de protección de la
salud / Medio ambiente, para promover un sector concreto nacional, o para
proteger a las empresas locales del asalto de las multinacionales - a
continuación, estas reglas pueden ser impugnadas
ante el tribunal de la OMC en Ginebra. En
ella, tres tecnócratas no elegidos tienen el poder de sancionar al Estado con
enormes multas por desobedecer los acuerdos (tan inmensas que incluso los
EE.UU. cedieron en el pasado). Así que el AGCS, una vez ratificado, entregará pondrá a millones de personas, capaces o con
discapacidad, jóvenes o viejos, sanos o enfermos - en manos de proveedores
privados de servicios esenciales a la búsqueda de beneficios únicos, y sin
ningún tipo de regulación pública que nos proteja (47 ).
El
AGCS es el último capítulo en el plan que tienen las elites para debilitar a los Estados soberanos de cualquier manera.
En resumen: un acuerdo del poder supranacional en proceso de aprobación entre los 153 gobiernos que les obligará a entregar los servicios esenciales a los grandes inversores, y con los que harán ganancias fantásticas. Un robo a mano armada con leyes irrefutables.