Quiero contarles una historia, una historia que contiene y a
su vez integra, una historia que tiene cuerpo y alma y que desconcierta.
A pesar de que la historia suscita dudas, nos ofrece
distintas respuestas que podemos interpretar e hilar para confeccionar un nuevo
tapiz donde reencontrar otras respuestas a preguntas que quizás ni siquiera nos
hemos hecho aún.
Todo parte de varios experimentos, 3 experimentos
concretamente, realizados para tratar de encontrar certezas, y que nos ayudan a
entender que como humanos somos un todo, pero que incluso nuestras pequeñas
partes marcan diferencias con sus propias elecciones.
El primer experimento se llama “El experimento de la doble
rendija” y trata de aportar valor a la quántica y a la variabilidad del
resultado del comportamiento de elección de fotones / quarks en virtud de la
presencia o no de un observador o de algo que ponga el foco en medir el proceso
de toma de decisiones que les lleva a dividirse, integrarse, desdoblarse e
incluso proyectarse.
Este experimento no se puede explicar utilizando una lógica
lineal sino interpretando que existen conceptos, materias y ciencias que
deberíamos explorar y que aportan una visión diferente cuando trabajamos con lo
que habitualmente llamamos “la intangibilidad”.
Y como no deseo aburrirles y me siento incapaz de
trasladarles todo lo que aporta este experimento, les dejo con un vídeo no solo
que explica el experimento sino que revelan las conclusiones principales a las que
se puede llegar con el mismo.
El segundo experimento pone el foco también en las
decisiones y en la libertad para tomarlas, y como analiza la mente, se apoya en
la ciencia que la estudia y comprende: las neurociencias.
En definitiva este experimento pone en tela de juicio el
libre albedrío, es decir la capacidad que supuestamente tiene el ser humano de
tomar decisiones de forma libre e independiente, cuando hay diferentes
opciones, criterios o caminos a seguir.
Y curiosamente esta nueva ciencia, parece demostrar midiendo
que nuestras decisiones son inconscientes es decir que el ser humano que somos
no pilota esas decisiones sino que las decisiones las toma nuestro estructurado
cerebro siete segundos antes incluso de que pensarán acerca de las dos opciones
que les iban a plantear.
Cuando hablo de “estructurado cerebro” quiero significar la
estructura física e integrada que tiene nuestro cerebro y que se ha ido
conformando ya sea a nivel genérico como parte de nuestra humanidad como a
nivel especifico y neuronal como ser único que somos fruto de nuestra cultura e
historia, experiencias, hábitos y patrones de comportamiento ante situaciones
concretas y nuevas que acontecen en nuestro entorno.
Lo más interesante es que con la ayuda de Eduard Punset y la
grabación de su programa Nº 83 llamado “redes” puedan darse cuenta de lo que
estoy diciendo. Así que aquí les dejo el vídeo
Ahora bien, algunos de ustedes lectores, tras preguntarse
cuál es relación entre ambos vídeos, habrán llegado a una conclusión: ¿Qué pasa
con la libertad de las decisiones de una persona cuando no existe un sistema
que las permita medir?
Es decir, ¿qué sucede cuando se trata de medir mediante
diferentes herramientas y sistemas científicos lo que acontece en el integro
ser humano, en alguna de sus funciones básicas o incluso en sus pequeñísimas
pero inteligentes partes?
Y sobre todo ¿Cuál de las conclusiones de ambos vídeos
adquiere mayor relevancia y es de un nivel superior?
Lógicamente en virtud de esta respuesta nos posicionaremos
más en el misticismo o más en el empirismo y sin embargo comenzaríamos a
separarnos y perder la magia de la verdadera integración.
Ahora es cuando les hago una nueva pregunta que adquiere una
relevancia aún mayor ¿Y si el observador, es decir aquel que acostumbra mirar las cosas con mucha atención
y detenimiento y capta aspectos de ellas que pasan desapercibidos a otras
personas, fuera la misma persona que interactúa decidiendo y eligiendo?
El mismo observador que a la vez que observa, capta, interpreta y decide pues
tiene capacidad para ello, al situarse en una dimensión diferente.
Nuevamente aprovecho la tecnología y el conocimiento de
otros para acercarles esta posibilidad con el apoyo de este vídeo:
No sé si ustedes se están dando cuenta del verdadero valor
que tienen las conclusiones que se extraen de estos experimentos y
conocimiento, y que resultan del fruto de integrar una nueva forma de ver, de
observar, de elegir y de vivir. Pues en tanto aportamos consciencia,
desplegamos nuestra auto-creencia y respetamos nuestra libertad, acabamos
sintiéndonos responsables y dignos de nuestra verdadera humanidad.
Comencemos por lo más básico y decidamos que hacer cuando no
nos sentimos bien emocionalmente y lo observamos desde fuera en una 3ª o en una
metaposición, es como si nuestro ángel de la guardia o espíritu santo acudiese
a nosotros y nos dé la oportunidad y virtud de tomar de forma responsable nuestra
vida para acercarnos al resultado que integre mi bienestar y el de los demás.
Pero ¿qué sucede incluso con mi sistema inmunológico y sus
decisiones inconscientes? ¿Cómo afecta eso a mi salud, con independencia de si
mi estado es de absoluta salud o de enfermedad crítica?
Les invito simplemente a ser cada vez más conscientes de lo
que ven y observan en ustedes y actuar o elegir en consecuencia para encontrar
ese equilibrio y armonía que nos hace estar y sentirnos más vivos e íntegros
que nunca, siendo uno y no la potencialidad suma de todas las partes.
El siguiente paso sería descubrir otro equilibrio, un
equilibrio que ya existe pero pasa en ocasiones desapercibido, un equilibrio de
armonía entre los humanos, superando diferencias y aportando parecidos, en una
consciencia colectiva que permite identificarnos como fruto no de unos padres,
de un barrio, de un sistema o una nación sino con una comprensión más
integradora, global y humana.
En ese momento nuestra dimensión y nuestro
planeta estaría preparado para reencontrarse y trascender.
Les dejo un video actual que crea consciencia y que nos
acerca a comprender esta idea:
Un abrazo y gracias por su atención